martes, 22 de mayo de 2012

VICTORIA "Y la Great Ocean Road"

VICTORIA
Y la Great Ocean Road

Es 14 de mayo, el cumpleaños de Gemma. El día tiene que ser perfecto. Por suerte estamos en el lugar adecuado para que esto suceda. Estamos al inicio de la Great Ocean Road, una carretera que recorre la costa sur de Australia desde donde nosotros estamos hasta Melbourne.
Nos despertamos en Port Fairy, hemos dormido del tirón, sin frío ni animales que nos roben nada. Parece que uno se levanta mejor si ha dormido bajo techo y puede cocinar un buen desayuno en una cocina que no tiene que montar primero.


De vuelta a la Paqui empezamos nuestro recorrido por la Great Ocean Road. Al poco de empezar aparece el primer cartel anunciando un View Point a la derecha. Paramos para ver porqué esta carretera tiene tanta fama, y todo lo que hubiéramos podido imaginar es poco. Nos encontramos con el paisaje más romántico que hemos visto jamás. El agua del mar, de un azul intenso, golpea con furia la escarpada costa y las rocas que los años de erosión han ido perfilando. Hace frío, y el invierno le sienta tan bien a este paisaje...

Cada pocos kilómetros un nuevo punto señalizado en el camino nos hace detenernos a admirar la costa, a bajar hasta la playa, a pasear por las pasarelas acondicionadas para tal uso...
El día no puede ir mejor. Entonces llegamos a la atracción principal de esta carretera: (Uno sabe que ha llegado a la atracción principal porqué está lleno de chinos y hay una tienda dónde venden llaveros con koalas e imanes de nevera con canguros) Los Doce Apóstoles. Actualmente solo quedan 6 de las 12 rocas que un día formaron parte de los llamados Doce Apóstoles, pero son más que suficientes para hacer las delicias de todo el que llega hasta este punto



Cuando creíamos que no veríamos nada mejor, de repente ahí están, ¡los koalas! Primero solo vemos uno, encaramado a un eucaliptos comiendo hojas, después nos damos cuenta de que hay tres en el mismo árbol. Y más tarde que todos los árboles están llenos de estos animalitos tan especiales. Son más grandes de lo que habíamos imaginado, parece que la presencia de los humanos no les importuna en lo más mínimo. La mayoría de ellos duerme, más tarde nos enteraríamos de que los koalas duermen entre 15 y 20 horas al día!

El cumpleaños feliz de Gemma acaba en un camping con el vino que compramos unos días atrás en el valle de McLaren y una tabla de quesos y patees. 


Lo hemos conseguido, ha sido un día perfecto.

G&C




















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